Uno de los principios en la condición humana es el del cambio estructural que procesamos en el organismo a lo largo de nuestra vida. En la etapa post nacimiento vamos desarrollando un aumento en el número y tamaño de las células de nuestro organismo. Esto junto a otros procesos como el alargamiento de los huesos, cambios en los tejidos y en los sistemas orgánicos nos van condicionando en nuestra composición estructural. La primera fase del crecimiento en el ser humano termina sobre los 21 años pero hay otros cambios que se van dando y no terminan mientras sigamos en nuestro ciclo vital existencial.
La parte en la cuál se producen cambios temporales en nuestra composición corporal tienen que ver con nuestro metabolismo y la gestión de la energía en las cuales intervienen las rutas metabólicas AMPK y mTOR y de las cuales iremos hablando en este artículo. Estas rutas están vinculadas a los procesos del catabolismo y anabolismo que podrían definirse de una manera simplista, como reacciones destructivas o constructivas respectivamente sobre los tejidos que nos llevan a un aumento o disminución en muchos casos de la masa corporal.
La ruta metabólica AMPK es, como su nombre indica, una ruta metabólica fruto de la acción de un complejo enzimático (proteína) llamado AMPK. Estas siglas provienen del inglés Adenin Monophosphate Activated Protein Kinase, o lo que es lo mismo, Proteina Quinasa Activada por Adenosin Monofosfato. Esta ruta está asociada a la longevidad y la juventud debido a sus procesos de depuración y limpieza en donde el cuerpo suele usar como sustrato energético la acumulación de diferentes tipos de materia excedente.
La ruta mTOR se conoce así por sus siglas en inglés (mammalian Target of Rapamycin), es una proteína presente en las células de los animales mamíferos que tiene importantes funciones. Entre ellas la del anabolismo y el crecimiento celular. Esta ruta está asociada a procesos en primer lugar de hipertrofia y ganancia muscular y por otra parte a desarrollos tumorales y una vida menos longeva, por todo ello hablaremos de ambas rutas.
¿Cómo funcionan las rutas AMPK y mTOR?
Es importante entender que para tener una correcta salud debemos combinar ambas rutas de una manera estratégica. Las rutas AMPK y mTOR tienen una amplia gama de beneficios y cuando cualquiera de ellas no es neutralizada estratégicamente por el uso de su contraria pueden venir los problemas. Por lo tanto es importante saber que el uso obsesivo y prolongado de solo una de ellas, de manera alargada excesivamente en el tiempo, no es nada bueno.
La ruta AMPK se activa cuando ingerimos menos calorías en el organismo de las que gastamos y por lo tanto el cuerpo se ve obligado a usar como sustrato energético materia ya consolidada en el organismo. Esta materia puede ir desde la grasa hasta el glucógeno acumulados en almacenes específicos del organismo. En esos momentos el cuerpo también recurre a otros recursos como: elementos tóxicos flotantes en nuestro interior, combustibles alternativos que se fabrican cuando hay escasez de suministro de glucosa o incluso estructuras proteicas, movimiento que nos lleva al catabolismo.
La ruta AMPK vista desde un prisma positivo la podemos vincular a una camino hacia la depuración, la longevidad, la juventud eterna o incluso relacionarla con una belleza relativa libre de materia grasa y cuerpos ágiles y habilidosos, pero no todo es blanco o negro. La ruta AMPK alargada de manera excesiva o en contextos desfavorables también la podemos asociar a conceptos negativos como: la sarcopenia, el estrés, la ausencia de energía o los brotes de ataques autoinmunes. Por todo ello es importante entender que siempre debe existir una coherencia y un equilibrio a la hora de determinar en qué ruta nos conviene adentrarnos.
La leyenda negra siempre ha asociado la ruta mTOR al acortamiento de la vida, la vigorexia, la obesidad o procesos tumorales, y esta información no deja de ser algo muy superficial y alejado de la realidad. La ruta mTOR llevada al extremo y de manera desorganizada sí tiene componentes negativos que se pueden parecer a los comentados anteriormente, pero obviar los beneficios de esta ruta sería algo carente de sentido.
La ruta mTOR se activa cuando ingerimos más calorías de las que consumimos, la ingesta de los hidratos de carbono y la posterior liberación de insulina por parte las células beta del páncreas forman parte importante en este proceso. La ruta mTOR en un contexto adecuado en la que se realice un actividad física adaptativa y con sus posteriores fases de descanso es muy beneficiosa para nuestro organismo. Esta ruta está asociada al anabolismo y la creación de músculo, algo que es vital para evitar un montón de enfermedades metabólicas. El músculo es señal de calidad de vida y del alargamiento de ésta ya que la degeneración de los seres vivos en muchos casos empiezan con la pérdida de este tejido tan importante. El descanso reparador y el equilibrio del estrés en muchos casos también se ven beneficiados con la activación de esta ruta, al igual que el mantenimiento de actividad regular del sistema inmunológico.
Las herramientas vinculantes a las rutas AMPK Y mTOR
La ruta AMPK se puede activar de las siguientes maneras:
Ayuno intermitente
El ayuno intermitente es una herramienta muy vinculada a la ruta AMPK ya que se trata de pasar una fase de más de 12 horas sin el consumo de ingesta calórica. Esto obligará al cuerpo a hacer uso de sus reservas energéticas e incluso de los cuerpos cetogénicos. Esta herramienta es muy usada en la búsqueda de la flexibilidad metabólica, la depuración interna de elementos tóxicos, la mejora del foco cognitivo o beneficios en nuestra composición corporal.
Dieta hipocalórica
La limitación de la ingesta de calorías también es una forma de activar la ruta de la longevidad, hay que tener en cuenta que este hecho obliga al cuerpo humano a buscar recursos internos y la destrucción de tejidos que el organismo considere menos útiles.
Dieta low carb
La baja ingesta de los hidratos de carbono (principal sustrato energético de la actual forma de vida), hará que el cuerpo busque otras maneras de proporcionar energía a los diferentes sistemas. Como segunda opción tirará de la acumulación de grasas y en caso extremo de los tejidos proteicos. En ambos casos existirá una conexión clara con la ruta AMPK.
Dieta cetogénica
Esta dieta limita a prácticamente cero el uso de los hidratos de carbono, el sistema neuronal necesita de manera imprescindible el uso de glucosa y el organismo recurre a la creación de los cuerpos cetónicos para proporcionar ese sustrato energético. Es una fase más extrema de la dieta low carb.
La ruta mTOR se puede activar de la siguiente forma:
Dieta hipercalórica
La dieta hipercalórica está asociada de manera muy directa a la ruta mTOR, es un principio imprescindible a la hora de aumentar los diferentes tejidos orgánicos. Este concepto es primordial a la hora de crear los diferentes depósitos de glucosa, aumento de miocitos y fibras musculares para la hipertrofia.
Ingesta de los hidratos de carbono
El aumento de la ingesta de hidratos de carbono nos va a permitir llegar a un superávit calórico con mayor facilidad. Los hidratos de carbono son necesarios para el relleno de la masa muscular en lo que se llama hipertrofia sarcoplasmática. Este sustrato energético también nos ayudará en la creación de otros componentes muy anabólicos como la insulina, la testosterona y los procesos relativos al descanso y esos momentos reparadores de tejidos tan necesarios.
Entrenamiento de la fuerza
El entrenamiento de la fuerza va a desencadenar una variedad de movimientos orientados al anabolismo, la hipertrofia y por lo tanto activará de manera clara la ruta mTOR. La liberación de testosterona, la creación de tejidos musculares y la síntesis proteica se verán altamente beneficiados con este tipo de actividad física.
Estos son algunos de los entresijos a los que nos desvelan las rutas metabólicas AMPK y mTOR. Hemos de entender que ninguna ruta es mejor que la otra, sino que hay que saber combinar ambas de una manera coherente dependiendo del objetivo que tengamos y nuestra situación específica del momento. La ruta AMPK nos depura, nos asegura un foco cognitivo mayor y nos puede ayudar a perder grasa y darnos un plus de vitalidad, pero usada en exceso tiene muchos inconvenientes al igual que la ruta mTOR llevada de una manera extrema. Los beneficios de la ruta mTOR tienen que ver con la fuerza, el descanso y la tranquilidad entre otros muchos.
Los profesionales en este ámbito nos van a saber dirigir y acercarnos a los objetivos marcados de una manera sobria y efectiva.