La flexibilidad metabólica es la capacidad del organismo para usar cada sustrato energético de manera optimizada en función de la demanda que exige cada actividad física. A menor intensidad se consume más grasa, y a mayor intensidad más glucosa.
Las hormonas son las mensajeras químicas del organismo y forman parte del sistema endocrino. Estas moléculas son algunos de los agentes activos que influyen en la correcta capacidad del metabolismo para estar optimizado. Por lo que en primer lugar debemos contestar a una pregunta que nos abra el horizonte en este sentido, ¿qué es el metabolismo?
El metabolismo se refiere a todos los procesos físicos y químicos del cuerpo que convierten o usan energía, tales como: respiración, circulación sanguínea o regulación de la temperatura corporal. Por lo tanto, si tenemos un conocimiento mínimo del funcionamiento del cuerpo humano, nos daremos cuenta de que son muchas las hormonas que se pueden ver implicadas en este proceso.
Todas van a tener una importancia vital, ya que si un tornillo no hace su función, cualquier sistema formado por un conjunto de piezas y fabricado para un fin determinado se derrumbaría. El cuerpo humano no deja de ser un sistema formado por un conjunto de órganos y estructuras análogas que trabajan en conjunto para cumplir alguna función para la supervivencia.
Como no queremos eternizar el artículo, ni consideramos que bombardear con mucha información sea efectivo y agradable, nos centraremos en las hormonas más significativas y las que son más influyentes en el metabolismo.
Algunas de las hormonas más importantes en el metabolismo son la insulina, el glucagón, las hormonas tiroideas, el cortisol, la hormona del crecimiento y la prolactina, entre otras.
Las hormonas más influyentes en el metabolismo
Conoceremos las hormonas más activas en el metabolismo, su función y cómo su mal funcionamiento puede hacer que el metabolismo pierda flexibilidad metabólica y sea una fuente de problemas para nuestra salud.
La insulina
La insulina es una hormona que juega un papel importante en nuestra flexibilidad metabólica, ya que niveles elevados de esta hormona promueven la transformación de glucosa en energía, mientras que niveles reducidos favorecen la transformación de grasa. Uno de los grandes problemas del metabolismo se da cuando se produce resistencia a la insulina, ya que esto puede ir generando graves problemas para la salud.
La resistencia a la insulina se produce cuando las células de los músculos, grasa e hígado no responden bien a la insulina y no pueden absorber la glucosa de la sangre fácilmente. Como resultado, el páncreas produce más insulina para ayudar a que la glucosa entre a las células.
La resistencia a la insulina se puede ir generando por varios cambios en la conducta del ser humano: el sedentarismo, la mala alimentación, sobre todo cuando no gestionamos bien la ingesta de los hidratos de carbono y una composición corporal inadecuada son las principales causas de la prediabetes y desencadenantes peligrosos en nuestra salud.
El glucagón
El glucagón tiene la función opuesta a la insulina, evitando que la glucosa se reduzca demasiado. Pero, a medida que el glucagón va reduciendo los depósitos de glucógeno en el hígado, se van produciendo más cuerpos cetónicos. Cuando se detectan bajos niveles de glucosa en sangre, el páncreas segrega glucagón para notificar al hígado que libere glucosa en el torrente sanguíneo de su almacén.
El glucagón no es tan influyente en la flexibilidad metabólica, pero al ser el antagonista de la insulina es importante conocer su función ya que de esta manera podemos entender de una manera más clara el funcionamiento del metabolismo de una forma más global.
Las hormonas tiroideas
Las hormonas tiroideas regulan el metabolismo, tanto en los animales como en los humanos. El metabolismo se determina midiendo la cantidad de oxígeno utilizada por el cuerpo en un periodo de tiempo determinado. Si esta medición se hace en reposo, se conoce como metabolismo basal (MB).
La hormona tiroidea actúa básicamente sobre todas las células y tejidos y los trastornos de la función tiroidea constituyen una de las enfermedades endocrinas más frecuentes. La hormona tiroidea tiene muchas acciones directas, pero también actúa de forma más sutil para optimizar las acciones de varios neurotransmisores y hormonas.
Las hormonas tiroideas tienen efectos cardiovasculares, actúan en la tasa metabólica basal y la termogénesis, estimulan la utilización de oxígeno y su aporte, influyen en el sistema músculo-esquelético, en el sistema nervioso autónomo y la acción de las catecolaminas, actúan en el crecimiento y la maduración del ser humano, tienen efectos sobre el hueso, los tejidos duros y la dermis y los órganos reproductores entre muchas de sus funciones. Hablar de la tiroides y la influencia en el metabolismo daría para un solo episodio.
El cortisol
El cortisol, la principal hormona del estrés, aumenta los azúcares (la glucosa) en el torrente sanguíneo, mejora el uso de glucosa en el cerebro y favorece la disponibilidad de sustancias que reparan los tejidos.
El cortisol tiene una alta influencia en el metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas. O sea, que dependiendo de los niveles de cortisol es como tu cuerpo maneja el uso de todo lo que comes. Esta hormona regula los niveles de inflamación en tu cuerpo, controla la presión sanguínea, equilibra los niveles de azúcar en la sangre (glucosa), controla tu ciclo de sueño y vigilia, eleva la energía para que puedas manejar el estrés y ayuda a equilibrar la sal y el agua del cuerpo.
Un exceso de cortisol puede alterar todas las funciones anteriores. Cuando el estrés se convierte en crónico, los niveles de cortisol se mantienen siempre altos, lo que equivale a decir que nuestro cuerpo está en un estado de lucha o pelea interna y todos los sistemas, indispensables para la supervivencia, no funcionan como deberían.
La hormona del crecimiento
La hormona del crecimiento tiene efectos metabólicos y tisulares directos, incluyendo la estimulación de la diferenciación de los condrocitos, la estimulación de la lipólisis y la estimulación de la producción de glucosa hepática.
La hormona del crecimiento humano (Growth Hormone o GH) es una sustancia que regula el metabolismo y el crecimiento del cuerpo. La glándula pituitaria, ubicada en la base del cerebro, produce la GH. Esta hormona ayuda a los niños a aumentar de estatura (también llamado crecimiento lineal), aumenta la masa muscular y disminuye la grasa corporal. Tanto en niños y adultos, la GH ayuda a controlar el metabolismo del cuerpo, que es el proceso por el cual las células convierten la comida en energía y producen otras sustancias que el cuerpo necesita.
La prolactina
La prolactina inhibe la liberación de dopamina (5-hidroxitriptamina) y es el principal regulador (inhibidor) de la secreción de prolactina. Por lo tanto de manera indirecta nos induce a una vida más sedentaria y enfocada a regular nuestra energía.
Esta hormona cuya función es esencialmente la de hacer que, cuando se produce un embarazo, las glándulas mamarias produzcan leche. Y esta hormona se mantendrá en niveles elevados en tanto dure la lactancia materna, ya que basta con la estimulación del pezón que genera la succión del bebé para que el hipotálamo bloquee la secreción de dopamina.
Demasiada prolactina reduce la producción de las hormonas estrógeno y testosterona. Demasiada prolactina también puede impedir la ovulación durante el ciclo menstrual (anovulación) de las mujeres. En los hombres, demasiada prolactina también puede disminuir la producción de esperma. Pérdida de masa ósea (osteoporosis).