Si retrocedemos en la historia y rescatamos algunas viejas aspiraciones del ser humano como puede ser uno de los mitos más populares de los 80, sobre todo en el ámbito del rock y más concretamente en el punk, hablamos del famoso dicho “Muere joven y deja un bonito cadáver”, esto nos puede servir de introducción a marcar algunos de los valores de la época actual, la juventud por encima de todas las cosas, incluso de la vida.
También podemos ir aún más allá e irnos a principios del siglo XX y expresar la idea de la obra de teatro creada por el escritor escocés James Matthew Barrie, Peter Pan. Esta representación cuenta la historia de un niño que nunca crece, tiene diez años y odia el mundo de los adultos. Siempre va acompañado de su hada, Campanilla.
Parece ser que el ser humano aspira a mantenerse joven eternamente, incluso sostiene y anhela el deseo de la inmortalidad. Veremos en este artículo las hormonas que están relacionadas y diseñadas para acercarnos a la juventud y felicidad. Se podría hablar de muchas y en realidad necesitamos de todas para una correcta homeostasis, vamos a señalar las más directas en este propósito.
Como ya sabemos las hormonas son las mensajeras químicas del organismo y forman parte del sistema endocrino. Las glándulas endocrinas producen hormonas, que se transportan a través del torrente sanguíneo a los tejidos y órganos, y controlan la mayoría de los principales sistemas de nuestro organismo.
Vamos a hablar de 5 hormonas, las cuatro principales para nuestro estado anímico son: dopamina, oxitocina, serotonina y endorfina. Ellas producen lo que conocemos como la química de la felicidad, también vamos a introducir la melatonina. Esta última hormona es muy influyente en tener en rango óptimo las cuatro anteriores.
Las hormonas de la felicidad y la juventud
Estas hormonas son las encargadas de mantenernos con la vitalidad necesaria para afrontar los retos diarios con un estado de euforia óptimo para salir victoriosos ante cualquier tipo de adversidad:
La oxitocina
Se produce por los núcleos supraóptico y paraventricular del hipotálamo y es liberada a la circulación a través de la neurohipófisis. Esta molécula también es conocida como la hormona del amor, ya qué durante las relaciones sexuales se libera oxitocina la que actúa sobre los sistemas del cerebro relacionados con el refuerzo positivo, es decir, con el placer, incrementando la complicidad, afecto y confianza con la pareja.
Aunque, desafortunadamente la oxitocina no se encuentra en los alimentos, sí que existen investigaciones sobre algunos tipos de alimentos que podrían estimular su producción: romero, eneldo, tomillo, perejil, hinojo, hierbabuena, chocolate y leche animal.
La dopamina
Es conocida en el ámbito científico por ser una de las moléculas de la motivación. No en vano, Cupido cargaba las flechas de dopamina y era su herramienta predilecta que usaba para enamorar. También proporciona placer y relajación. Interviene en procesos de memoria y aprendizaje porque regula la duración de los recuerdos.
La dopamina es una molécula que se produce en nuestro cuerpo de manera natural y que está presente en diferentes áreas del cerebro. La dopamina se sintetiza a partir del aminoácido L-tirosina y existen mecanismos que regulan de manera muy precisa su síntesis y liberación. La manera de estimular la secreción de este neurotransmisor se puede hacer aumentando el consumo de alimentos ricos en tirosina: chocolate, sandía, almendras, plátanos, aguacates, carne, té verde, lácteos, arándanos, soja y derivados, etc
El ejercicio físico y mental, las relaciones sociales, tener retos apasionantes y gozar de un buen estado de descanso son algunos facilitadores de contextos en favor de mantener un estado óptimo en esta dirección.
La serotonina
Juega un papel fundamental en el estado de ánimo, las emociones, el apetito y la digestión. La serotonina es apodada directamente como la hormona de la felicidad, y es aquella que te proporciona una sensación de euforia y placidez.
La serotonina es un neurotransmisor que se sintetiza a partir de la transformación del aminoácido triptófano. Se la encuentra en plantas y animales interviniendo en muchos procesos fisiológicos. La serotonina funciona como neurotransmisor (sustancia que usan los nervios para enviarse mensajes entre sí) y vasoconstrictor (sustancia que hace que los vasos sanguíneos se estrechen). La concentración baja de serotonina es causa de depresión.
Algunos alimentos en dónde podemos encontrar triptófano son: el queso, el pollo, las claras de huevos, el pescado, la leche, las semillas de girasol y las semillas de calabaza.
Las endorfinas
Son algunas de las sustancias que elabora el cuerpo para aliviar el dolor y dar sensación de bienestar. Las endorfinas son péptidos (proteínas pequeñas) que se unen con los receptores de los opioides del sistema nervioso central. Una endorfina es un tipo de neurotransmisor.
Las endorfinas se producen en la glándula pituitaria y tienen un rol importante en la recuperación y otras funciones esenciales para la salud, como pueden ser:
Ayudan a gestionar las emociones y nos acercan a la paz interior, reducen el dolor y mejoran nuestro estado del humor. Son favorecedoras para mantenernos jóvenes y ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, la ansiedad y la reducción de la presión sanguínea.
La melatonina
Es una hormona que se encuentra en nuestro organismo cuya función es regular nuestro reloj biológico. Éste marca el ciclo sueño-vigilia o ritmo circadiano, abarcando 24 horas divididas en 8 horas de sueño y 16 horas de vigilia. Se produce en la glándula pineal del cerebro. En su producción interviene el triptófano el cuál produce la hormona serotonina y a través de esta se sintetiza la melatonina.
La melatonina como funciones secundarias pero no menos importantes actúa como un potente antioxidante combatiendo los radicales libres. La melatonina mejora el sistema inmunológico ayudando a inhibir algunas infecciones, pues aumenta nuestras defensas naturales y se ha llegado a la conclusión que esta molécula ejerce como un agente neuroprotector.